Hace unos días estuve donde el pediatra llevando a mi hijo a su control mensual, en general son bastante rutinarios y sin novedades para nuestra fortuna, sin embargo ese día mientras estaba con mi hjo en la sala de espera pasó algo que me hizo reflexionar sobre como los adultos debemos vigilar nuestros actos por más cotidianos y banales que parezcan.
Cuando entré al consultorio ya estaban sentadas cuatro personas. Una representante de un laboratorio médico y una familia (el papá, la mamá y el hijo de 4 años). Después de unos minutos de espera, el teléfono del papá sonó. Él contestó inmediatamente y sin salir de la sala de espera nos dio a conocer de su rudimentario vocabulario lingüístico, en tan solo tres frases cortas este señor logró mencionar tres palabras groseras delante de su hijo (y del mío) sin verguenza alguna, además de tratar muy mal a su interlocutor con quien visiblemente tenía algunos inconvenientes laborales.
No quiero ser moralista, todo el mundo tiene derecho a enojarse, pero los padres debemos cuidar nuestro lenguaje en general y más delante de nuestro hijo (o de otro niño)… Lo más gracioso de esta anécdota, es que justo detrás de este papá grosero estaba ubicado un tablero, en el cual el pediatra (o seguramente su secretaria) había anotado el siguiente dicho: “Un padre le dice a su hijo: Ten cuidado donde caminas. El hijo responde: Ten cuidado tú… Recuerda que yo sigo tus pasos”. Me pareció tan acertado y oportuno este dicho.
A veces los padres no nos damos cuenta del inmenso poder que tenemos sobre nuestros hijos. Somos el entorno inmediato y más cercano que tienen, con cada acción les transmitimos nuestra visión del mundo.
La programación neurolingüística es cierta y terriblemente poderosa. Los niños se demoran mucho en pensar por su propia cuenta (a partir de la adolescencia para unos, nunca para otros), los primeros años de su vida se satisfacen con actuar como sus papás.
Después de esta experiencia, empecé a analizar mis manías lingüísticas y los invito a realizar este ejercicio, uno se sorprende al darse cuenta de todas las palabras groseras/negativas/feas que puede usar sin siquiera darse cuenta.
Alexis, papás sin manual.

Source: New feed

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies
WhatsApp chat