Clases de estimulación, libros de estimulación adecuada, juguetes de estimulación temprana… A los padres nos bombardean con el cuento de que a los bebés hay que estimularlos.

Mientras que en muchísimos países ni se habla del tema y a los bebés los dejan tranquilitos, en Colombia son un fenómeno de moda y las clases de estimulación se han vuelto un negocio redondo.

Nos hemos obsesionado tanto con el tema de «desarrollar el máximo potencial e inteligencia» de nuestros hijos que muchas veces pasamos por alto lo más importante: respetarlos, observarlos, acompañarlos.

 

Mi intención con este artículo es ir más alla de criticar las clases de estimulación, hoy quiero hablar de por qué creo que no es necesario estimular nada y cómo podemos tener niños despiertos, aventureros, curiosos, ágiles, valientes y autónomos siguiendo una serie de acciones muy sencillas en nuestra vida cotidiana… Espero que después de leer este artículo los padres y las familias puedan tomar decisiones más conscientes a la hora de educar a un bebé y sepan seguir más su instinto.

 

Yo creo en estos cuatro principios para acompañar a un bebé:

1- Suplir sus necesidades básicas
2- Respetar su ritmo
3- Darle libertad de movimiento

4- Fomentar su autonomía

 

 

Necesidades básicas

Lo que los bebés necesitan en primera instancia es amor, contacto, afecto, seguridad, alimento, calor, atención y cuidados y la mejor forma de suplirlo es estando el mayor tiempo posible con su mamá.Las 3 claves que funcionaron perfectamente para mí: usar un portabebés, amamantar y dormir con él…. eso me permitió satisfacer sus necesidades primarias sin sentirme completamente agotada.

Ritmo

Estoy convencida de que los niños son unos verdaderos tesoros, cada uno con una personalidad diferente, con una sensibilidad diferente, con unas destrezas diferentes.

Nunca comparemos un bebé con otro, cada niño se toma el tiempo que necesita y es nuestro deber ser respetuosos con su desarrollo.

 

Motricidad libre

Los niños aprenden a sostener la cabeza, a girarse, a gatear, a sentarse, a pararse, a caminar, a correr, a saltar… SOLOS!!

Si, en serio, no hay que hacer nada, no hay que enseñarles nada de eso, no necesitan ejercicios o rutinas de gimnasia, solo tenemos que adaptar el ambiente para que puedan moverse con libertad y las cosas se dan de manera natural.

La mejor manera de ayudarle a un bebé es no hacer nada! Así aprenderá a actuar por voluntad propia, aprenderá a tener control sobre su cuerpo y cuando logre algo se sentirá totalmente realizado, sabrá que lo consiguió solo y siempre querrá seguir retándose, descubriendo y superando sus límites.

 

Debemos adaptar la casa, esconder todos los objetos peligrosos o delicados, debe tener a su nivel sus libros y juguetes, debemos dejarlo explorar con libertad y tranquilidad, tenemos que relajarnos y dejar de pensar que se va a lastimar por todo, obviamente habrá momentos en los que se lastime, eso no podemos ni debemos evitarlo, pero solo así aprenderá cuales son sus límites.

Si le transmitimos miedo, si lo regañamos todo el día… estaremos reprimiendo y frenando su autonomía, su confianza y su desarrollo.

Debemos seguir al niño con paciencia, ni podemos pretender ir más rápido que él, ni frenarle su impulso.

 

 

La autonomía

Un niño puede hacer muchísimas más cosas de las que los adultos pensamos… los únicos que ponemos obstáculos en su aprendizaje somos nosotros.

Una clave para fomentar la autonomía sin perder su norte y seguir el ritmo propio del niño está resumida en una sola frase de Maria Montessori «ayúdame a hacerlo por mí mismo». Es decir que los adultos debemos darle todas las herramientas a los niños para que puedan actuar por voluntad propia, debemos dejar de hacerles todo porque «somos más rápidos» «lo hacemos mejor» o pensamos que «todavía no es capaz», etc.

Es simple: Si le haces todo, lo vuelves dependiente.

 

 

Pasemos a la práctica

 

A continuación te voy a dar ejemplos de lo que puedes hacer en casa para acompañar a tu bebé, es un poco largo pero vale la pena!

 

Cómo preparar el espacio

 

Este fue el ambiente de juego y descanso de mi hijo durante sus primeros 12 meses, nosotros nos inspiramos en la filosofía Montessori (mi anterior blog se llamaba Papás sin manual).

Los bebés necesitan un ambiente que se adapte a su estado de desarrollo, que sea tranquilo, luminoso, ordenado, debe transmitir paz, preferiblemente debe tener pocos juguetes y privilegiar los materiales naturales (aquí hablo de juguetes electrónicos).

 

Los primeros 12 meses es ideal preparar una superficie cómoda donde podamos poner al bebé durante el día y nada mejor que una colchoneta en el piso, ojalá lo suficientemente grande para que el bebé pueda moverse con total libertad durante todo el primer año. Allí podrá darse vuelta cuando esté listo, atrapar los objetos que se le caigan de las manos, podrá llevarse los pies a la boca, comenzar a arrastrarse, a sentarse, a gatear… hasta que se convierta en un explorador que sale a la conquista de toda la casa!

Todo esto es muy diferente de meterlos constantemente en una cuna, coche o silla donde los estamos limitando en espacio, en movimientos, en interacción y en desarrollo.

 

Saber elegir los juguetes

Calidad y no cantidad, es mucho mejor elegir pocos pero elegirlos a consciencia, que sean adaptados al momento que está viviendo el bebé.

Yo recomiendo los materiales naturales porque son delicados y no tienen todos los tóxicos que tiene un juguete de plástico, no todo hay que comprarlo, hacer objetos para bebés es muy fácil y en internet se encuentran muchas ideas DIY.

 

Para los primeros meses son ideales los sonajeros porque el bebé tiene un gran reflejo de agarre, también disfrutan con objetos en tela y cosas que tengan texturas y hagan sonidos (no el sonido de un juguete de pilas, sino el sonido del papel por ejemplo).

 

Los móviles comerciales además de ser costosos son muy aburridores… imagina que todos los días estás mirando el mismo cuadro… Qué aburridor, verdad? Lo mismo le pasa a un bebé que solo tiene un móvil.

 

En este blog Montessori en Casa están todas las plantillas de los móviles montessori que podemos hacer en casa, aunque se pueden colgar cualquier tipo de objetos para que el bebé los mire o los agarre.

Otra actividad sin ningún costo que los bebés adoran son las cestas de tesoros, se trata de una canasta o caja donde les ponemos diversos objetos: juguetes, elementos de la naturaleza, objetos de la casa, utensilios de cocina, telas… mejor dicho lo que se nos ocurra que pueda brindarle una experiencia sensorial al bebé.

 

 

La hora de comer

Es la ocasión perfecta para fomentar la autonomía, desde que un bebé nace tiene la capacidad de decidir cuánto quiere comer y cada cuanto quiere comer… siempre y cuando se le escuchen sus necesidades y se le brinde lactancia a demanda… y cuando iniciamos la alimentación complementaria podemos y debemos seguir dejándolos decidir sobre su forma de comer y está comprobado que un bebé a quien se le ofrece comida sana sabe naturalmente elegir los alimentos y las cantidades que necesita su cuerpo para estar bien.

 

A partir de los 6 meses los bebés están en capacidad de comer solos. Qué mejor experiencia para un bebé que descubrir sabores y texturas? Además dejarlos comer solos es una manera de enriquecer su cotidianidad, de descubrir los alimentos cómo son, de aprender a comer sano, de mejorar su coordinación ojo-mano, su motricidad fina, de fortalecer los músculos de su cara y favorecer su lenguaje.

Entonces…

Acompañar a un bebé es bastante sencillo, ya verás que no se necesita nada complejo ni gastar mucho dinero en objetos y juguetes costosos.

Disfruta cada momento, la hora del baño puede ser super divertida o relajante, hazle masajes, escuchen música, cántale, lean juntos, salgan de casa, pueden ir dar una vuelta, llevar un tapete a un parque, disfrutar de los lugares que tiene la ciudad, pasar un día en el campo.

 

Te invito a leer sobre la pedagogía Montessori y sobre Montessori en casa, con seguridad verás la crianza de otra manera!

 

 

 

 

Si de todas formas quieres entrar a tu bebé a clases me gustaría regalarte algunas recomendaciones:

 

– Tómate las cosas con calma, no entres a tu bebé a clases por ceder a la presión de tu familia o tu círculo social, hazlo porque es tu decisión consciente.
– Evalúa en qué etapa de desarrollo está tu bebé, cuales son sus necesidades y si entrarlo a clases sería benéfico para él o si por el contrario puede esperar.
– Evita las clases que se llamen «de estimulación» para no caer en la trampa, es preferible concentrarse en un solo tipo de actividad y que dicha clase tenga un enfoque claro: clase de piscina, clase de música.
– Visita el centro y siempre pide una clase de prueba, se atento y analiza el ambiente, las personas que asisten, las actividades que hacen, la actitud de los profesores, el trato que tienen con los niños, qué tan rígidos o flexibles son… todos esos aspectos te ayudarán a determinar si es el lugar correcto para llevar a tu hijo y no dudes en visitar varios lugares para que hagas la mejor elección.
– Evita los lugares donde comparan a los niños, donde tienen un trato severo o se muestran muy rígidos.

– Observa a tu hijo y trata de brindarle una experiencia positiva y afin con sus gustos, no podemos llevar a piscina a un bebé que llora toda la clase, es mejor esperar que obligar.

 

Gracias por leer hasta el final! Déjame tu comentario debajo, me encantaría saber qué piensas de este tema.

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